III

CUBÍ Y SOLER, EL FRENÓLOGO

EN la iglesia negra y sombría, la silueta de un hombre se destaca detrás de un pilar.

El señor grueso, elegantemente vestido con levita y corbata azul celeste, es don Mariano Cubí y Soler, catalán, de Malgrat, autor de la Polémica religioso-­frenológico-­magnética.

Cubí es un señor de frente espaciosa, nariz corva, bigote pequeño, sotabarba, ojos hundidos, un poco de melena, de cincuenta a sesenta años en esta época; el labio inferior imperioso. Don Mariano Cubí tiene la manía de escribir con ortografía racional.

Cubí y Soler es frenólogo, gramático, magnetizador, doctrinario, un poco crédulo, un tanto precursor en farsantería seudocientífica de Lombroso y de Letamendi.

El señor Cubí, aunque bien avenido con la Iglesia, es algo brujo, un creyente en el magnetismo, y al verse solo en la ancha nave hace unas cuantas invocaciones mágicas de magia negra.