SIGUEN LA PISTA
—¿Y qué camino siguieron ustedes? —preguntó Hugo.
—Yo no conozco bien los caminos y veredas que hay por esa parte —contestó el Gallofa—, y además fuimos de noche. De todas maneras, tomamos el camino de Cofort, que es un barrio pequeño de Capolat, y de Cofort marchamos a la rectoría de Cisquer, en el término de Guixers.
—¿Y estuvieron ustedes en Cisquer todo el día?
—Sí; todo el día descansando desde la mañana del 27. Por la tarde del 28, el Negret y yo y otros escoltamos hasta aquí a los canónigos Vilella y Sampóns, que tenían que volver a Aviá.
Hugo consultó sus mapas para ver de seguir el mismo camino, en compañía de Costacans.
Llevaba Hugo dos mapas; uno de Cataluña, de Tomás López, y otro de España hecho por Mentelle y Chanlaire, publicado en Londres en 1808 por John Stockdale de Piccadilly, para uso de las fuerzas inglesas que iban a operar en la península. Ninguno de los dos mapas tenía exactitud en las distancias. Hugo pensó que el conde y su escolta debieron de pasar por la frontera de las provincias de Barcelona y Lérida, entre Llinas y Curriá.
Cisquer está casi en la misma frontera de las dos provincias, en la orilla del Cardoner.
Después debieron pasar por debajo de San Lorenzo de Piteus a Odén, y de Odén subieron un poco a coger el arroyo de Perles o de Canelles, que baja a desaguar en el Segre, entre el puente de Espiá y Coll de Nargó.