Se han respetado, hasta donde ha sido razonable, las peculiaridades ortográficas, tipográficas y léxicas del autor, así como el uso intencionado de mayúsculas y cursivas, o las expresiones en otras lenguas con grafía no siempre ortodoxa, incluidas las que aparecen en español (éstas entre comillas simples y conservando, cuando se dan, las incorrecciones del original). La terminología informática más o menos especializada y la jerga de las «subculturas» que se desarrollaron a su alrededor se han reflejado optando, en general, por las voces inglesas, atendiendo a su comprensibilidad y a la extensión de su uso en el ámbito lingüístico hispano. En cualquier caso, se ha añadido como referencia un breve glosario explicativo al final.