Cuando escribí Nadie como tú, la primera novela de la serie de los hermanos Martí, me inspiré en mi familia, así que puedo decir que sin ella estas novelas no existirían. Ninguno de mis hermanos está fielmente representado, pero todos mis personajes reúnen lo mejor de ellos. O ésa ha sido mi intención. No podría imaginarme mejores hermanos.
Con esta novela empiezo a despedirme de los hermanos Martí, una serie que jamás habría sido posible sin el apoyo de todo el equipo de Esencia, pero en especial el de mi editora, Esther, que siempre me ha animado a seguir escribiendo. Y mi más profundo agradecimiento también a Laura Falcó por haberme brindado una oportunidad hace unos años, y por seguir dándomela.