JUEZ: Por favor, verifique que su nombre es Zhang Zhe-zhong, nacido el 10 de febrero de 6 en la ciudad de Dayi, condado de Baoxing, en la provincia de Sichuan de la República Popular China.
ACUSADO: Sí, así es.
JUEZ: En este momento reside en el apartamento 404 del edificio Matoya, números 4-5 de Maruyama-cho, en el distrito de Shibuya de la ciudad de Tokio. Y es empleado de la casa de citas Dreamer. ¿Es correcto?
ACUSADO: Es correcto.
JUEZ: Ha dicho que no necesita usted intérprete. ¿Está seguro?
ACUSADO: Sí, mi japonés es bueno. Estoy seguro.
JUEZ: Muy bien. ¿Puede el abogado leer la acusación?
ACUSACIÓN
A día 1 de noviembre del duodécimo año de la era Heisei (2000), el fiscal del distrito de la ciudad de Tokio, que delega sus funciones en el abogado del Estado Noro Yoshiaki, acusa frente al Tribunal del Distrito de Tokio a Zhang Zhe-zhong, ciudadano de la República Popular China, nacido el 10 de febrero de 1966, actualmente empleado de hotel y residente en el apartamento 202 del edifico Matoya, números 4-5 de Maruyama-cho, Shibuya-ku, Tokio, de los siguientes cargos:
CARGO PRIMERO
Cuando el acusado era empleado en el restaurante chino Shangri-la en Kabuki-cho, Shinjuku-ku, fue al apartamento 205 de Hope Heights, números 5-12 de Okubo, en Shinjuku-ku, el día 5 de junio de 1999 y, aproximadamente a las tres de la madrugada, estranguló con ambas manos a Yuriko Hirata (de treinta y siete años), lo que le ocasionó la muerte por asfixia. Después el acusado robó del monedero de la víctima veinte mil yenes y se llevó también una cadena de oro de dieciocho quilates, entonces valorada en setenta mil yenes.
CARGO SEGUNDO
El mismo acusado fue al apartamento 103 de Green Villa, números 4-5 de Maruyama-cho, Shibuya-ku, el 9 de abril de 2000, y aproximadamente a medianoche estranguló con ambas manos a Kazue Sato (treinta y nueve años), lo que le ocasionó la muerte por asfixia. Subsiguientemente sustrajo cuarenta mil yenes de su monedero.
ACUSACIÓN Y PENAS
Cargo primero: Al procesado se lo acusa de robo y asesinato de acuerdo con el artículo 240, parte segunda, del Código Penal.
Cargo segundo: Al procesado se lo acusa de robo y asesinato de acuerdo con el artículo 240, parte segunda, del Código Penal.
JUEZ: Empezaremos el juicio partiendo de los cargos que el fiscal acaba de leer. Pero, antes de proceder, informaré al acusado de sus derechos. Tiene usted derecho a permanecer en silencio durante este proceso. Si responde a una pregunta, no está obligado a responder a las preguntas subsiguientes. Sin embargo, si decide responder, cualquier cosa que diga podrá utilizarse como prueba en su contra, así que lo conmino a ser prudente. Ya ha oído las condiciones anteriormente mencionadas. Me gustaría aprovechar la ocasión para preguntarle si tiene alguna objeción a los cargos que le imputa el abogado de la acusación.
ACUSADO: Admito haber matado a Yuriko Hirata, pero no asesiné a Kazue Sato.
JUEZ: ¿Se declara usted culpable de las imputaciones del primer cargo pero no de las del segundo?
ACUSADO: Correcto.
JUEZ: ¿Y respecto a las acusaciones de robo?
ACUSADO: Robé el dinero y la cadena de oro de la señorita Hirata, pero no robé nada de la señorita Sato.
JUEZ: Abogado defensor, ¿cuál es su posición?
ABOGADO DEFENSOR: Coincido con el acusado.
JUEZ: Muy bien. Que el abogado de la acusación lea las alegaciones iniciales.
RESUMEN DE LAS ALEGACIONES INICIALES
DE LA ACUSACIÓN: CARGO PRIMERO
Punto primero: Historia personal del acusado
El acusado nació el 10 de febrero de 1966 en la provincia de Sichuan, en la República Popular China. Tercer hijo de Zhang Xiao-niu (sesenta y ocho años en la actualidad), granjero, y Zhang Xiu-lan (sesenta y un años en la actualidad). El acusado tenía cuatro hermanos: el hermano mayor, An-ji (de cuarenta y dos años), el segundo, Gen-de; una hermana mayor, Mei-hua (de cuarenta años), y una hermana pequeña, Mei-kun. El segundo hermano, Gen-de, murió cuando era niño, y su hermana menor, Mei-kun, falleció en un accidente en 1992. El acusado se graduó en la escuela primaria local a los doce años y a partir de entonces empezó a ayudar a su familia en las tareas de la granja.
En 1989 emigró en busca de un trabajo mejor. F.1 y su hermana pequeña, Mei-kun, tomaron un tren en dirección a la provincia de Guangdong, y allí buscaron trabajo en la ciudad de Guangzhou. En 1991 se trasladaron a la ciudad de Shenzhen, también en la provincia de Guangdong.
En 1992, el acusado y su hermana pequeña, Mei-kun viajaron como polizones en un barco que partía de la provincia de Fujian con la intención de entrar en Japón de manera ilegal. Aunque en el viaje Mei-kun falleció ahogada, el acusado consiguió acceder a nuestro país a través de la isla de Ishigaki. Ocultando su condición de ilegal, encontró empleos sucesivos en el sector de la limpieza y la restauración. También trabajó en la construcción. En 1998 trabajó en un bar de Shinjuku llamado Nomisuke, y en 1999 empezó a trabajar en una taberna, también en Shinjuku, conocida como Shangri-la. En julio de ese mismo año encontró un empleo en Dreamer, un hotel del amor en el barrio de Honmachi de Kichijoji, en la ciudad de Musashino. No se tiene constancia de que el acusado haya contraído nunca matrimonio. Según el registro de la vivienda, vive con otros tres individuos llamados Chen-yi, Huang y Dragón, todos ellos de nacionalidad china.
El 30 de junio del año 2000 fue puesto a disposición del Tribunal del Distrito de Tokio acusado de entrar en el país de manera ilegal. Posteriormente fue condenado a dos años de cárcel y a cuatro de libertad condicional (sentencia con fecha del 20 de julio de ese mismo año).
Punto segundo: Yuriko Hirata, la víctima
La víctima, Yuriko Hirata (en adelante, Hirata), nació el 17 de mayo de 1962. Segunda hija de Jan Maher (de nacionalidad suiza), que en la actualidad trabaja en la fábrica textil Schmidt en Suiza, y de Sachiko Hirata. Puesto que sus padres nunca se casaron legalmente, la víctima era conocida tanto por el apellido Maher como por el de su madre, Hirata. Hirata y sus padres se trasladaron de Kita-Shirakawa, en el distrito de Shirakawa, a Berna, Suiza, en marzo de 1976. En julio de ese año, Sachiko murió en Berna y su hija dejó a su padre allí y volvió sola a Japón. Dado que su hermana mayor ya vivía con el padre de Sachiko, Hirata se hospedó en casa de un conocido estadounidense e ingresó en el primer ciclo de secundaria del sistema escolar Q. Posteriormente, Hirata accedió al ciclo superior pero fue expulsada en su tercer año por conducta inapropiada.
Tras la expulsión, Hirata dejó la casa del amigo estadounidense y pasó a vivir sola. Firmó un contrato con una agencia de modelos y trabajó en publicidad hasta 1985, cuando se empleó como chica de alterne en Mallord, un club de Roppongi. En 1989 se trasladó al club Jeanne, también en Roppongi, y después de eso cambió de empleo varias veces. Mientras trabajaba como chica de alterne, Hirata ejerció la prostitución en Shinjuku y también en Shibuya.
Punto tercero: Las circunstancias que condujeron al crimen
El acusado, como se ha dicho anteriormente, trabajaba como camarero en la taberna Shangri-la de Shinjuku. Su salario era bajo y se sentía marginado por los dueños del negocio, que eran nativos de Fujian. Los demás empleados criticaban a Zhang por ser «un paleto que se daba aires de cosmopolita sofisticado», de manera que no se relacionaba mucho con sus compañeros.
Era conocido por picar de la comida que llevaba a los clientes; el whisky o la cerveza que quedaba en las botellas que había servido lo guardaba en un envase de plástico que luego se llevaba a casa para consumo propio. Se le llamó la atención varias veces por su conducta inapropiada.
A pesar de sus faltas, trabajaba duramente, era puntual y nunca faltó al empleo. Alegando que debía enviar dinero a su familia, trabajaba a tiempo parcial en un albergue para indigentes del barrio de Futomomokko, adonde acudía cuando terminaba su turno en la taberna a las diez de la noche. En Futomomokko, sus tareas incluían sacar la basura y lavar las toallas. Cuando acababa con el trabajo, se apresuraba por las calles de Kabuki-cho para coger el último tren de vuelta a su apartamento en Maruyama-cho, en el distrito de Shibuya.
Todos los días de la semana excepto el miércoles, el acusado trabajaba en el Shangri-la desde el mediodía hasta las diez de la noche. Ganaba 800 yenes la hora más 6.500 en concepto de transporte, de modo que cada mes cobraba unos 375.000. A esto hay que sumar los 2.000 que cobraba por las dos horas que trabajaba en el albergue.
El alquiler del apartamento 404 del edificio Matoya era de 65.000 yenes al mes pero, puesto que cobraba a sus compañeros de piso, Chen-yi, Huang y Dragón, 35.000 a cada uno, el acusado obtenía un beneficio de 40.000 yenes todos los meses.
A menudo decía a sus compañeros de trabajo que sus padres estaban reformando su casa y que necesitaba acumular tres millones de yenes para enviarles el dinero. No obstante, tenía gustos caros: llevaba ropa distinguida y complementos elegantes, como una pulsera de oro de veinticuatro quilates y una chaqueta de piel de cincuenta mil yenes que había comprado en los grandes almacenes de Isetan.
Punto cuarto: Hechos relacionados con el crimen
Aproximadamente a las diez de la noche del 4 de junio de 1999, el acusado se cruzó con Hirata frente al parque Okubo, en la segunda manzana de casas de Kabuki-cho, mientras se dirigía a su empleo en el albergue de Futomomokko. Ella llevaba un paraguas. El acusado sabía que las prostitutas frecuentaban el parque de Okubo, pero ésa era la primera vez que él veía allí a Hirata. Enseguida se interesó por la mujer porque la confundió con una norteamericana, y él siempre había pensado que un día acabaría viajando a Estados Unidos.
«Tienes una cara bonita», ésas fueron las primeras palabras que le dirigió Hirata. Puesto que le había hablado en japonés, el acusado se dio cuenta de que no era norteamericana, y en un principio se sintió decepcionado. El piropo, sin embargo, le llamó la atención y pensó en irse con ella. No obstante, no quería faltar al trabajo en el albergue, de modo que sólo la saludó, sonrió y siguió su camino a paso veloz hacia Futomomokko. Allí realizó sus tareas habituales.
Incapaz de quitarse a Hirata de la cabeza, el acusado hizo el mismo camino de vuelta por el parque Okubo para regresar a casa. Llegó al parque más o menos a las 0.05 de la madrugada del día 5 y vio que Hirata seguía allí, bajo la lluvia.
Cuando ella lo vio, lo saludó con alegría: «¡Casi me congelo esperándote!». En ese momento, el acusado decidió mantener relaciones sexuales con ella.
Llevaba 22.000 yenes encima. Cuando le preguntó a Hirata cuánto cobraba, ella le dijo que eran 30.000. Dado que no tenía esa cantidad, el acusado se mostró dispuesto a dejarlo correr, pero la mujer se ofreció a bajar el precio hasta los 15.000.
El acusado, entonces, le propuso ir a un hotel, pero Hirata le informó de que vivía en un apartamento que estaba cerca de allí. El acusado se sintió aliviado porque de ese modo no tendría que pagar más, y la acompañó a su casa.
Por el camino, Hirata se detuvo en un 7-Eleven y compró cuatro latas de cerveza, un paquete de cacahuetes con chile y dos pastelitos de soja. La comida costó 1.575 yenes, y Hirata la pagó de su propio bolsillo.
El apartamento al que la mujer llevó al acusado estaba en un edificio de madera y hormigón de dos plantas situado justo detrás del Credit Union de Kitashin, en la quinta manzana de casas de Okubo. El edificio, Hope Heights, tenía cinco apartamentos en la planta baja y cinco más en la segunda. El de Hirata, el número 205, estaba en la segunda, el más lejano en dirección al norte, situado justo al lado de la escalera que daba al exterior. Ella lo alquilaba, a nombre de Yuriko Hirata, desde el 5 de diciembre de 1996, por 33.000 yenes al mes. La cantidad se la retiraban mensualmente de su cuenta bancaria. Al parecer, Hirata usaba el lugar para ejercer la prostitución. El piso era una habitación al estilo japonés de doce metros cuadrados, y en el pequeño espacio que quedaba entre el vestíbulo y la habitación había una cocina, un váter y un lavabo. En el apartamento apenas había muebles, excepto un colchón doblado, en buenas condiciones.
El acusado e Hirata bebieron dos cervezas cada uno en la habitación de estilo japonés, desplegaron el colchón y mantuvieron relaciones sexuales. Después, el acusado quería quedarse a dormir, pero Hirata le pidió que se marchara. Cuando él volvió a pedirle que le dejara quedarse porque llovía y ya había perdido el último tren, ella se negó.
Hirata se empeñó entonces en que el acusado le pagara 20.000 yenes a cuenta de la habitación y de lo que había comprado en el 7-Eleven. Al ver que tendría que abonar dicha cantidad, el acusado se dio cuenta de que no sólo iba a gastar todo el dinero que llevaba encima, sino que además iba a tener que volver andando bajo la lluvia hasta Shibuya. Y se negó a pagar. Cuando Hirata se lo reprochó, él decidió matarla. Aproximadamente a las tres de la madrugada del 5 de junio, estranguló a Hirata con las dos manos, lo que le provocó la muerte por asfixia. Luego, el acusado se quedó en la habitación y durmió allí hasta las diez de la mañana.
Hacia las diez y media, cogió 20.000 yenes de la cartera de Hirata. Le quitó la cadena de oro de dieciocho quilates que llevaba (valorada en 70.000 yenes) y se la puso él mismo. Después huyó del apartamento sin cerrar la puerta, dejando el cuerpo de Hirata tal y como estaba.
Punto quinto: Hechos posteriores al crimen
El acusado llegó al Shangri-la una hora antes del inicio de su horario habitual a mediodía. Le presentó al dueño su dimisión inmediata y, cuando éste rechazó una dimisión tan repentina, el acusado vació su taquilla y salió del local sin exigir el salario que se le debía. Al salir del Shangri-la, se topó con el señor A., otro empleado. Se pararon a hablar brevemente enfrente de la taberna. El acusado le dijo a A., que había dejado el trabajo y luego se dirigió hacia la avenida Yasukuni. El señor A., notó que el acusado llevaba lo que parecía una lujosa cadena de oro que no le había visto antes.
Después de dejar el Shangri-la, tomó la línea Yamanote de los Ferrocarriles Japoneses hacia la estación de Shibuya. De allí, fue a pie hasta su apartamento, el número 404 del edificio Matoya, en la cuarta manzana de Maruyama-cho. El piso lo alquilaba a un tal Chen, un hombre que el acusado conoció cuando entró en el país como polizón. Chen empezó a alquilarlo en abril de 1998, e incluso después de que ya no vivía allí, conservaba el apartamento a su nombre mientras el acusado le ingresaba el alquiler mensual de 65.000 yenes en su cuenta bancaria.
El edificio Matoya es una construcción de hormigón armado de cuatro pisos de alto. No tiene ascensor. Tanto el edificio como la parcela que éste ocupa son propiedad de la señora Fumi Yamamoto. El apartamento 404 dispone de dos habitaciones de estilo japonés, una de seis metros cuadrados y otra de doce, una cocina y un baño. El acusado ocupaba la habitación de seis metros cuadrados. El día 5 de junio, a mediodía, los hombres conocidos como Dragón y Huang estaban durmiendo. Chen-yi (sin relación alguna con el anteriormente mencionado Chen) ya se había ido al trabajo, en un salón de pachinko en Shinkoiwa, y no estaba en casa. Dragón, Huang y Chen-yi son de nacionalidad china, y el acusado los conoció en Tokio. Entre ellos no hablaban de asuntos personales ni tampoco laborales.
El ruido que el acusado hizo al entrar en el apartamento despertó a Huang y a Dragón, quienes no tardaron en marcharse. Después de que el acusado se hubo preparado la comida en la cocina, comió y volvió a dormir. Se despertó más tarde ese mismo día, cuando regresó Chen-yi, y ambos fueron a comer ramen a la tienda de fideos Tamaryu en el lado este de la estación de Shibuya. Jugaron una partida en la bolera de Shibuya y volvieron al apartamento hacia las once de la noche.
Como no salieron a la luz noticias sobre el asesinato, incluso después de que pasaron varios días, el acusado le pidió a Chen-yi que le ayudara a encontrar otro trabajo. Este último le propuso que fuera con él al salón de pachinko, una oferta que el acusado rechazó porque el establecimiento era muy ruidoso. Chen-yi le prometió seguir buscándole algo.
Punto sexto: El hallazgo del cuerpo de Hirata y las circunstancias posteriores
El cuerpo de Hirata fue hallado el 15 de junio, diez días después de su asesinato, cuando el inquilino del apartamento contiguo, de nacionalidad coreana, informó de un olor repugnante al dueño del edificio. El dueño acudió al apartamento a investigar y encontró que la puerta no estaba cerrada. Cuando entró, halló el cuerpo de Hirata. La mujer sólo llevaba una camiseta puesta y una manta fina le cubría la cabeza.
El cuerpo ya había empezado a descomponerse pero todavía era posible distinguir unas señales inusuales en el cuello de Hirata, donde la sangre se había coagulado en el tejido blando de la garganta y en la membrana alrededor de la glándula tiroides. Cuando las noticias del asesinato salieron a la luz, el acusado se dio cuenta de que no podía volver al Shangri-la para cobrar el sueldo que se le adeudaba. Y, por temor a que la cadena que había robado lo relacionara con el crimen, la escondió en un compartimento de una de sus maletas. Al final, preocupado porque se estaba quedando sin dinero, acudió a Chen-yi para decirle que aceptaría cualquier trabajo que le ofrecieran.
Chen-yi le consiguió al acusado un empleo de media jornada como conserje en un hotel del amor llamado Dreamer, ubicado en el número 1 de Honmachi, en Kichijoji, en la ciudad de Musashino. El acusado aceptó el empleo y empezó a trabajar en julio de ese mismo año.
RESUMEN DE LAS ALEGACIONES INICIALES
DE LA ACUSACIÓN: CARGO SEGUNDO
Punto primero: Kazue Sato, la víctima
La víctima, Kazue Sato (en adelante, Sato), nació el 4 de abril de 1961, primogénita de Yoshio y Satoko Sato. Yoshio era empleado en la empresa Arquitectura e Ingeniería G. Cuando Sato empezó el primer año de enseñanza primaria, la familia se mudó de Omiya, en la prefectura de Saitama, al área de Kita-Karasuyama, en el distrito de Setagaya, en Tokio. Sato acudió a las escuelas locales de primaria, luego ingresó en el Instituto Q para Chicas y, de allí, en la Facultad de Economía de la Universidad Q.
Su padre falleció cuando ella estaba en el segundo año de universidad y, como consecuencia de ello, Sato se vio obligada a trabajar a tiempo parcial como profesora particular y docente en academias para poder pagarse sus estudios.
Sato se licenció en la Universidad Q en marzo de 1984 y en abril entró a trabajar en la Empresa de Arquitectura e Ingeniería G, donde anteriormente había estado empleado su padre. G, la mayor compañía del sector, era conocida por las buenas relaciones que mantenían sus empleados, y se ganó el sobrenombre de Empresa Familiar G. Además, la compañía tenía interés en contratar a los hijos de sus empleados. Cuando Sato, que tenía un expediente académico excelente, entró en la corporación como miembro del departamento de investigación, se convirtió en la primera mujer a la que asignaban un cargo tan importante. Su futuro en la empresa parecía prometedor.
En 1985, Sato ascendió al puesto de subdirectora del departamento. La oficina se ocupaba de analizar los factores económicos que afectaban al sector de la construcción, y desarrollaba programas analíticos de software y otros asuntos relacionados. Sato realizaba básicamente investigaciones sobre los efectos económicos de las torres de apartamentos. Su trabajo era bien valorado por la compañía, y ella se entregaba a él en cuerpo y alma.
Sin embargo, no se relacionaba con sus superiores o sus compañeros fuera de horas de trabajo y, puesto que no tenía amistades cercanas en la empresa, nadie sabía muy bien qué hacía cuando salía. Sato no se casó nunca. Vivía con su madre y con su hermana pequeña, puesto que, tras la muerte de su padre, ella era el principal sostén económico de la familia.
En 1990, cuando Sato tenía veintinueve años, se trasladó provisionalmente a un laboratorio de investigación en ingeniería afiliado a la corporación G. En esa época fue hospitalizada por anorexia. A Sato se le había diagnosticado bulimia durante el bachillerato. En mayo de 1991 se empleó como chica de alterne a tiempo parcial, después del trabajo, en un club. En 1994 comenzó a citarse con hombres en hoteles para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero. En 1998 acabó ejerciendo la prostitución en toda regla en las calles del área de Shibuya.
Yuriko Hirata, la víctima mencionada en el primer cargo, fue al Instituto Q para Chicas con Kazue Sato, aunque estaban en clases diferentes y nunca se relacionaron, ni en el colegio ni después de él.
Punto segundo: Las circunstancias personales del acusado en lo que respecta al caso presente
Tras cometer el crimen descrito en el primer cargo de esta acusación, Zhang dejó sus empleos en el restaurante Shangri-la y en el albergue para indigentes de Futomomokko y entró a trabajar en un hotel del amor de Musashino conocido como Dreamer. Sin embargo, no cambió de domicilio, sino que siguió viviendo en el apartamento 404 del Edificio Matoya, en los números 4-5 de Maruyama-cho, en Shibuya. Además de los anteriormente mencionados Dragón, Huang y Chen-yi, otras dos personas de nacionalidad china, llamadas Niu-hu y A-wu, vivieron durante algunos períodos en el apartamento.
El acusado trabajaba en el Dreamer todos los días de la semana excepto el martes, desde el mediodía hasta las diez de la noche, limpiando habitaciones, lavando ropa y haciendo otras tareas menores.
Cuando comenzó allí en 1998, era aplicado y formal, pero al año siguiente su actitud hacia su tarea cambió gradualmente. Llegaba tarde y se marchaba antes de hora, y a menudo faltaba al trabajo. Para limpiar las habitaciones se precisaban dos personas, por lo que el comportamiento del acusado afectaba a la rotación laboral y perjudicaba a su compañero, un empleado iraní que se quejó de él al jefe. Además, el acusado fue reprendido por echarse siestas en las habitaciones, robar pastillas de jabón, champú y toallas, por mirar vídeos para adultos y otras conductas inapropiadas.
En febrero de ese mismo año, un vecino del local declaró haberlo visto coger los preservativos que el hotel proporcionaba a sus clientes, llenarlos de agua y arrojarlos por la ventana al gato del dueño de la tienda de sushi de al lado. En ese momento, el propietario del Dreamer consideró despedir al acusado.
Por entonces, Zhang ganaba 750 yenes por hora, lo que ascendía a un salario medio mensual de 170.000 yenes. No recibía ninguna suma adicional en concepto de transporte. Sus ingresos habían disminuido en comparación con la cantidad que cobraba en el Shangri-la, y el acusado empezó a pedir dinero prestado a sus compañeros de piso. Pidió 100.000 yenes a Dragón, 40.000 a Huang y 60.000 a Chen-yi. Les dijo que habían hospitalizado a su madre en China y que debía enviarle más dinero.
También pidió un préstamo a Niu-hu y a A-wu, que pasaban algunos días en el apartamento abarrotado. Y, al mismo tiempo, seguía percibiendo el alquiler de Dragón y los demás igual que antes. Como consecuencia de esto, las relaciones con sus compañeros de piso empeoraron progresivamente. Incluso Chen-yi, con quien el acusado anteriormente se llevaba más o menos bien, se puso en su contra cuando le llamaron la atención en Dreamer por su comportamiento inadecuado. Chen-yi había sido quien le había presentado a su propietario.
El 25 de marzo del año 2000, Dragón, Huang y Chen-yi, como sabían que el acusado iba a cobrar su mensualidad, decidieron presionarlo para que les devolviera el dinero que les había pedido prestado. El acusado tenía previsto pagarles a cada uno la mitad de lo que les debía, pero puesto que los tres sabían que guardaba más de 240.000 yenes en un maletín bajo llave, rechazaron aceptar sus condiciones de pago. Al mismo tiempo, le recriminaron que sacara tantos beneficios del alquiler que le pagaban.
Bajo presión, al acusado no le quedó más remedio que acceder a las nuevas condiciones que le imponían sus compañeros. Accedió a pagarles un total de 200.000 yenes para saldar la deuda que tenía con ellos, y 50.000 más a cada uno para cubrir los desajustes del pasado en el alquiler. El acusado tuvo que recurrir a su salario del Dreamer y al dinero que hasta entonces había acumulado.
Como consecuencia de esto, al acusado sólo le quedaron 60.000 yenes para el resto del mes, a la espera de la siguiente paga. La privación que le supuso esto, debilitó aún más sus relaciones con Dragón, Huang y Chen-yi.
Por la misma época, Chen, a cuyo nombre estaba el apartamento 404 de Matoya, urgía al acusado para que encontrara otro lugar donde vivir. A principios de enero, Chen informó al acusado varias veces de que debía abandonar el piso a mediados de marzo. Cuando el acusado le dijo que no tenía ningún otro sitio adonde ir, Chen le permitió quedarse hasta finales de abril. También le informó de que había un piso vacío en el edificio contiguo: el apartamento 103 de Green Villa, números 4-5 de Maruyama-cho, en Shibuya-ku. A un precio de 150.000 yenes, se ofreció a ayudarle para alquilarlo. Como evidencian estas circunstancias, el poder adquisitivo del acusado había disminuido considerablemente.
El iraní que trabajó con Zhang en el Dreamer declaró posteriormente que el acusado pedía dinero prestado —a pesar de que tenía una buena cantidad ahorrada— porque quería comprar un pasaporte falso. Su propósito era emigrar a Estados Unidos.
Punto tercero: Las condiciones en el apartamento 103 de Green Villa
El edificio Matoya, números 4-5 de Maruyama-cho, en Shibuya-ku, era una construcción de hormigón armado de cuatro plantas situado cien metros al norte de una calle estrecha de un solo sentido que estaba justo al otro lado de la cara norte de la estación de Shinsen, de la línea de tren de Inokashira-Keio. Los apartamentos Green Villa, donde tuvo lugar el crimen en cuestión, era un edificio de madera al norte del edificio Matoya. Con un sótano y dos plantas, el Green Villa comprendía varias tiendas pequeñas y algunos pisos. La propietaria de ambos edificios era Fumi Yamamoto.
Había tres pisos en los apartamentos Green Villa. El crimen en cuestión tuvo lugar en el 103, que daba a la calle de un solo sentido. El piso 102 estaba desocupado; Kimio Hara vivía en el 101. En el lado oeste del edificio había una escalera metálica que llevaba a la segunda planta. En el sótano, justo debajo del piso 103, había un pequeño restaurante llamado Las Siete Fortunas.
En la cara sur del edificio había una acera estrecha de cemento que permitía a los residentes acceder a sus apartamentos desde la calle. En la parte sur del apartamento 103, una puerta exterior y una ventana a la altura de la cabeza daban a esa calle. Al entrar en el apartamento, la cocina estaba en la pared sur y, al lado, había una habitación de estilo japonés de unos doce metros cuadrados. Entre el recibidor y la habitación estaba el baño.
Chen había conocido a Fumi Yamamoto a través de unos parientes, y alquilado el piso 404 del edificio Matoya por 45.000 yenes. A su vez, realquiló el apartamento al acusado por 65.000 yenes. La familia de Chen había abierto un restaurante chino en la ciudad de Niiza, en la prefectura de Saitama, y necesitaban el apartamento para alojar a sus empleados. Por esta razón, el acusado debía abandonarlo. Cuando el acusado le dijo a Chen que no tenía otro lugar donde vivir, éste habló con la casera, la señora Fumi Yamamoto, y le propuso alquilarle el apartamento de Green Villa. El acusado dijo que quería ver el apartamento y la señora Yamamoto le dio la llave del 103 el 28 de enero del año 2000.
Shizu Kakiya había alquilado el apartamento en cuestión hasta el 18 de agosto de 1999, cuando falleció. Desde entonces, el apartamento había permanecido vacío. El gas se cortó en septiembre de 1999, y la luz un mes después.
Sólo existía una llave del apartamento, que estaba en posesión de la señora Yamamoto. Se la dejó al acusado el 28 de enero de 2000. Hasta ese momento, nadie más había utilizado la llave.
Punto cuarto: Las relaciones entre el acusado y la víctima
Alrededor de noviembre de 1998, el compañero de piso del acusado, Huang, le contó que había «conocido a una mujer japonesa en una calle oscura y que se había acostado con ella». Los rasgos distintivos de la mujer eran que era delgada y tenía el cabello largo. Al oír eso, el acusado estuvo seguro de que era la misma mujer que había visto a menudo por el barrio. Hacia mediados del siguiente mes, el acusado se encontró con Sato de camino a casa. Al acordarse de la historia de Huang, se volvió para mirarla. Cuando ella lo advirtió, le propuso: «¿Quieres divertirte un rato?». Al ver que el acusado no respondía, continuó: «¿Podemos ir a tu casa?». El acusado rehusó, alegando que «estaba ocupada por unos amigos». A esto, Sato contestó: «¿Cuántos? Puedo hacerlo con todos». Al oírlo, el acusado se llevó a Sato a su apartamento 404 del edificio Matoya.
A esa hora, dos de sus compañeros estaban en casa, Dragón y Chen-yi. Los tres se turnaron para mantener relaciones sexuales con Sato. Tiempo después, hacia enero del siguiente año, el acusado estaba paseando con Huang cuando se encontraron con Sato en la zona de Maruyama-cho. «¿Es ésa la mujer con la que te acostaste?», preguntó el acusado. Cuando Huang asintió, el acusado dijo que él también se había acostado con ella. Huang ya sabía por Dragón que, en diciembre de 1998, el acusado, Dragón y Chen-yi habían mantenido relaciones sexuales con la mujer en el apartamento. Cuando se lo dijo a Zhang, éste respondió: «De hecho, conocí a esa mujer hace un año más o menos».
Punto quinto: Las circunstancias que condujeron al crimen
El 8 de abril de 2000 (sábado), hacia las cuatro de la tarde, Sato salió de su casa sin decir adónde iba. A las seis quedó con un empleado de la empresa con el que ya se había citado varias veces antes. Se encontraron frente a la estatua de Hachiko, en la estación de Shibuya, y de allí fueron a un hotel en Maruyama-cho. El hombre le dio 40.000 yenes y, justo antes de las nueve, se separaron en Dogenzaka. Luego Sato fue vista dirigiéndose hacia la estación de Shinsen.
Ese mismo día el acusado había ido a trabajar al Dreamer. A las diez de la noche, el empleado del último turno llegó y lo sustituyó. El acusado tomó el tren de la línea Keio-Inokashira en dirección a Shibuya y se fue hacia su casa. Al llegar a la estación de Shinsen, salió y comenzó a caminar hacia el edificio Matoya, que estaba a tan sólo dos minutos a pie.
El acusado encontró a Sato a pocos metros de su edificio y decidió tener de nuevo sexo con ella. Pero, a esa hora, Dragón, Huang y Chen-yi estaban en casa, y su relación con ellos ya no era buena. Así pues, dudó, ya que no quería llevar a la mujer al apartamento que compartía con ellos. Por suerte o por desgracia, sin embargo, tenía la llave del apartamento 103 de Green Villa, por las razones anteriormente descritas. Llevó a Sato al apartamento y allí mantuvo relaciones sexuales con ella.
Sato tenía los preservativos que había cogido del hotel del amor en el que había estado con otro cliente. Escogió uno de ellos —un preservativo del hotel Glass Palace, según el envoltorio— y se lo puso al acusado antes de mantener relaciones sexuales. Cuando terminaron, el acusado tiró el preservativo a la acera que había al sur de los apartamentos Green Villa.
Como antes se ha observado, el acusado andaba mal de dinero. Cuando Sato se disponía a marcharse, Zhang decidió robarle. Justo después de medianoche, cuando la mujer se puso la gabardina, el acusado agarró su bolso de piel marrón. Sin embargo, la víctima se resistió. Él le propinó un puñetazo en la cara y, luego, sintiendo un deseo de matarla, le rodeó el cuello con ambas manos y la estranguló hasta dejarla sin vida. A continuación abrió el cierre metálico del bolso, sacó la cartera y cogió los 40.000 yenes que ella le había cobrado anteriormente. Tras dejar el cuerpo tal y como estaba y la puerta del apartamento abierta, huyó a su apartamento 404 del edificio Matoya.
Satoko Sato, la madre de la víctima, empezó a preocuparse por su hija cuando vio que ésta no regresaba a casa la noche del 8 de abril. Hasta ese momento, Sato nunca había pasado una noche entera fuera del hogar. El lunes 10 de abril, cuando Satoko supo que su hija no había ido a trabajar aquella mañana, denunció su desaparición a la policía.
Punto sexto: Hechos subsiguientes al crimen
El acusado acudió a su puesto en Dreamer el 9 de abril como si nada hubiera ocurrido. Después del trabajo, se fue con dos compañeros a beber cerveza en el parque de Inokashira. Aproximadamente a las 23.30, tomó la línea de Inokashira y se dirigió a casa.
Al día siguiente, tras salir del Dreamer, el acusado se encontró con Chen-yi en la estación de Shibuya. Fueron al restaurante de fideos Tamaryu en el lado este de la estación. Luego fueron a la bolera de Shibuya. Al acabar, hablaron sobre el Green Villa y decidieron no mudarse allí, puesto que era incluso más pequeño que su apartamento del edificio Matoya. Es más, el acusado dijo que estaba planeando marcharse a trabajar a Osaka.
El día 11 de ese mes, el acusado libraba del trabajo. Fue a la ciudad de Niiza, en la prefectura de Saitama, para encontrarse con Chen. El acusado le dio a Chen 100.000 yenes, le informó de que no iba a mudarse a Green Villa y le entregó la llave del apartamento 103. Esa noche Chen devolvió la llave a la casera, la señora Yamamoto, en su casa del distrito de Suginami. Yamamoto, a su vez, le entregó la llave a su hijo, Akira, que regentaba la empresa que administraba tanto el Matoya como los apartamentos Green Villa.
Punto séptimo: El hallazgo del cuerpo
El 18 de abril, cuando Akira Yamamoto iba de camino a visitar a un conocido en la primera planta del edificio Matoya, decidió asegurarse de que la puerta del apartamento 103 de Green Villa estaba cerrada con llave. Cuando estaba ya junto al apartamento, se asomó a la ventana situada a la altura de la cabeza que estaba al lado de la puerta, y a través del cristal vio, en el interior, la parte superior del cuerpo de una persona que parecía estar dormida. Supuso que la persona o bien era un conocido de Chen o un chino que trabajaba en el restaurante. Akira Yamamoto llamó y luego intentó abrir la puerta, que resultó estar abierta. Vio unos zapatos de mujer en el recibidor. Yamamoto se llevó una desagradable sorpresa cuando se dio cuenta de que el intruso era una mujer. Fue en ese momento cuando advirtió un olor extraño en el apartamento y, sin hacer ruido, giró sobre sus talones, salió del piso y cerró tras de sí. La puerta se podía cerrar por dentro; sólo había que presionar el botón del pomo.
Al día siguiente, 19 de abril, Akira Yamamoto empezó a inquietarse por la persona que había visto durmiendo en el apartamento. ¿Y si seguía allí? ¿Y aquel olor tan raro? Preocupado, volvió al apartamento con la llave. Cuando miró al interior por la ventana, vio que la mujer estaba tumbada en la misma posición que el día anterior. Yamamoto abrió la puerta, entró en el apartamento y halló el cadáver de Sato.
Además de las marcas de estrangulamiento en el cuello de la víctima, ésta tenía contusiones en la cabeza, el rostro y las extremidades —lo que indicaba que la habían golpeado con un objeto contundente—, y también rasguños, como si la hubieran arrastrado. Tenía sangre coagulada en el tejido blando de la garganta y en la membrana alrededor de la glándula tiroides.
Punto octavo: Comportamiento del acusado tras el hallazgo del cuerpo
La noche del 19 de abril de 2000, poco después de que el acusado volvió a su casa desde el Dreamer, recibió la visita de un inspector de policía que llevaba a cabo una investigación rutinaria por el vecindario. Dragón, Huang y Chen-yi todavía trabajaban y no estaban en el apartamento. El inspector le hizo al acusado varias preguntas sobre su trabajo y su domicilio, y luego se fue. Tan pronto como salió, el acusado intentó contactar con sus compañeros de piso.
Llamó al teléfono móvil de Chen-yi y éste le respondió desde su trabajo en Dogenzaka. «La policía ha estado aquí —le informó Zhang—. Muchos policías. Me han enseñado la foto de una mujer que no conozco. Han dicho que volverán. Si os encuentran aquí averiguarán que nuestra situación es ilegal».
Cuando Chen-yi oyó lo que le decía el acusado, llamó enseguida a Huang a su lugar de trabajo, el café Mirage en Koenji en el distrito de Suginami. Su intención era decirle que no volviera al apartamento, pero Huang ya había salido e iba de camino a casa. Entonces, Chen-yi fue corriendo al lugar de trabajo de Dragón —la torre Orchard—, en la segunda manzana de Kabuki-cho, en el distrito de Shinjuku. Cuando le dijo a Dragón lo que había pasado, ambos fueron a pasar la noche a casa de un amigo de Dragón.
Mientras Huang iba de camino a casa, ajeno a lo que había pasado, se encontró con un inspector de policía que le mostró una fotografía de la víctima. Huang le dijo que había visto antes a la mujer. También le dijo que el acusado tenía la llave de uno de los apartamentos de Green Villa.
Hacia la misma hora, el acusado salió del apartamento 404 del edificio Matoya y pasó la noche en un hotel cápsula. Unos agentes de policía fueron a interrogarle por la mañana al Dreamer, pero el acusado no se presentó a trabajar. Al día siguiente, 21 de abril, el acusado se marchó del hotel y fue a la casa de Chen en la ciudad de Niiza, en la prefectura de Saitama. Le pidió a Chen que le ayudara diciendo a la policía que había devuelto la llave del apartamento 103 de Green Villa el 8 de abril, el día anterior al asesinato. En ese momento, también le dio 100.000 yenes en efectivo. Chen le informó de que ya había hablado con la policía y rechazó ayudarle. Además, le dijo que la policía lo estaba buscando —puesto que sabían que era él quien tenía la llave— y que debería entregarse. El acusado se negó.
De vuelta de la casa de Chen, el acusado empezó a preocuparse por el dinero. Decidió pasar por su lugar de trabajo, presentar su dimisión y pedir que le pagaran lo que le debían, así que se dirigió al Dreamer, en la ciudad de Musashino.
Cuando el inspector de policía interrogó al dueño del local, supo que el acusado había entrado de forma ilegal en el país y que su visado no le permitía trabajar. Así pues, ese mismo día, un poco más tarde, Zhang fue detenido y se lo acusó de entrar en el país de manera ilegal y de trabajar sin la documentación necesaria. Fue procesado el 30 de junio de ese mismo año y declarado culpable de los delitos que se le imputaban.
Posteriormente se descubrió que las huellas digitales halladas en el apartamento 205 de Hope Heights, el lugar donde se asesinó a Yuriko Hirata, pertenecían al acusado. Además, se encontró en su poder la cadena de oro de la víctima. Después de una rigurosa investigación policial, se lo acusó de los asesinatos de Hirata y de Sato.