AGRADECIMIENTOS

Gracias a Judith Grossmann, una gran amiga, por soportar (y espero, también, por gozar) numerosas lecturas de las primeras, siguientes y últimas versiones de mi manuscrito en inglés; a Katharina Naumann por su increíble habilidad para hacer que el proceso editorial se convierta casi en un placer; a Christiane Steen por el continuo aliento que me brindó desde el principio; a Ulrike Wasel y Klaus Timmermann por su entusiasmo y por la genial traducción al alemán; a Kate Gladstone por su asombroso conocimiento del arte y la historia; por su habilidad como escritora, y por su mirada de águila en lo que se refiere a mi puntuación y gramática de expatriada; al doctor Wolfgang Crom por brindarme información y un viaje al Departamento de Mapas de la Staatsbibliothek en Potsdamer Platz; a los primeros lectores de la obra en ciernes por sus comentarios, apoyo y honesta crítica: Noah Delius, William Grossmann, Wiebke Hellebrand, Tania Oster, Joachim Pietzsch, Jona Pomerance y Anke Sterneborg; y un agradecimiento especial a Eberhard Delius, quien estuvo ahí en todo el proceso, tomó mi mano y cocinó un delicioso borscht. Como siempre, sin él, el diluvio.