El 2 de febrero de 1982 se cumplió el primer centenario del nacimiento de James Joyce. El acontecimiento fue saludado con congresos y publicaciones de toda índole, gestándose el presente trabajo como un humilde intento para sumarnos a las pruebas generales de admiración por el escritor irlandés que tuvieron lugar. Apareció originalmente en 1983 bajo los auspicios del Instituto de Estudios Alicantinos (hoy día Instituto de Estudios «Juan Gil Albert») de la Excelentísima Diputación Provincial de Alicante, gracias al interés sin límites del profesor don Francisco Aura Jorro, patente en su estímulo inicial y más tarde en sus consejos y ayudas hasta que el libro quedó impreso.
Ofrecemos en estas páginas que siguen una traducción de la obra lírica de Joyce, precedida de un estudio en el que pretendemos fijar su posición como poeta en relación tanto con su época y con la tradición literaria, como con el resto de su propia producción en prosa. Los poemas van acompañados de notas que dan detalles de sus posibles motivaciones autobiográficas, de sus fuentes y de las reminiscencias de maestros del pasado que en ellos aparecen. En modo alguno hemos intentado ofrecer una visión sistemática del comentario de texto: son notas que sólo aspiran a centrar los poemas en los diversos contextos de alusión que Joyce utiliza.
Aprovechamos estas palabras previas para agradecer a la Colección Visor de Poesía el gesto que ha tenido al incluir este trabajo en el marco de su labor seria y eficaz orientada a difundir en nuestro país obras literarias no hispánicas, gesto que nos brinda la oportunidad de revisar, en ocasiones substancialmente, las traducciones al español de los poemas, así como de completar algunas notas, ampliar las referencias bibliográficas y corregir ciertas erratas que se habían deslizado inadvertidamente en la edición anterior.
Si ya manifestamos entonces nuestra profunda gratitud a los profesores J. T. Hodgson (University of Sussex), Brian Hughes (Universidad de Alicante) y Jack Synnott (Institut International de Rambouillet), a cuya memoria tributamos emocionado recuerdo, por sus valiosas sugerencias que mejoraron, sin lugar a dudas, las versiones originalmente publicadas, debemos aquí expresar nuestro reconocimiento a los reseñadores que, en distintas revistas, se han ocupado de nuestra labor, dando de ella noticias notablemente positivas. Sus indicaciones han sido meditadas con suma atención y, en los casos en que se ha juzgado conveniente, se han seguido con interés. Además y como es natural, esta edición se ha beneficiado grandemente de las observaciones hechas por colegas y amigos, merced a las cuales se ha logrado pulir ciertos detalles de interpretación y presentación. Por último, hemos de mostrar nuestra gratitud a los miembros del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Alicante, representados por su director, don Pedro Jesús Marcos Pérez, por haber creado el clima propicio para el desarrollo de este trabajo, y de manera muy personal a Verónica y a María Asunción, de quien hemos recibido una ayuda cariñosa y sin reservas.
Diciembre 1986