El amor vino a nosotros en un tiempo ya pasado
Cuando hubo quien tañía con pudor en el ocaso
Y hubo quien con recelo se erguía cercano;
Pues el amor al principio está todo amedrantado.
Fuimos amantes solemnes. El amor ha concluido,
Aquél que nos concedió abundantes horas de dulzura.
Ahora séannos bienvenidos al fin
Los senderos que habremos de pisar.