XXXIV

Duerme ahora, duerme ahora,

¡Oh tú inquieto corazón!

Un grito «Duérmete ahora»

Se escucha en mi corazón.

La llamada del invierno

Se percibe ya a la puerta.

Oh duerme pues el invierno

Está gritando: «No duermas más»

Con mi beso daré paz

Y calma a tu corazón…

Sigue durmiendo en sosiego,

¡Oh tú inquieto corazón!