XXXIII

Ahora, ay ahora, por esta tierra parda

Donde el amor compuso música tan melodiosa

Los dos deambularemos cogidos de la mano,

Tolerantes en honor de una antigua amistad

Sin afligirnos porque nuestro amor fuera alegre

Y ahora tenga así que terminar.

Un pícaro ataviado de rojo y amarillo

Golpea y golpea un árbol

Y en derredor de nuestra soledad

La brisa silba con jovialidad.

Las hojas… no suspiran lo más mínimo

Cuando el año las arrebata en otoño.

¡Ahora, ay ahora ya no escucharemos más

Ni el villancico ni el rondó!

No obstante nos besaremos, mi amor,

Antes del triste adiós al declinar el día.

No te aflijas, corazón, por nada…

El año, el año ya se acaba.