XXIII

Este corazón que late junto a mi corazón

Es mi esperanza y toda mi fortuna,

Desdichado cuando nos separamos

Y feliz entre beso y beso;

Mi esperanza y toda mi fortuna —¡sí!—

Y toda mi ventura.

Pues allí, al igual que en nidos musgosos

Los reyezuelos amontonan múltiples tesoros,

Deposité los caudales que yo tenía

Antes de que mis ojos hubieran aprendido a llorar.

¿No seremos de su misma sensatez

Aunque el amor no viva sino un día?