Este libro está dedicado a mi madre, Barbara Jean Evans, que me inculcó un profundo cariño por Toad Hall, los Bosques de Aker y Shire, así coma por otros lugares y países recónditos más allá de lo conocido. También inculcó en mí un inagotable deseo de realizar mis propios descubrimientos y de compartirlos con los demás. Quisiera compartir este libro con ella.