Gracias a nuestra fabulosa familia de St. Martin’s Press. ¡Adoramos a nuestra editorial!
Como siempre, queremos dar las gracias a nuestra agente y amiga, Meredith Bernstein, sin la cual La Casa de la Noche no existiría.
Asimismo queremos agradecer a los miembros del Will Rogers High School lo geniales que han sido al permitir que nos introdujéramos a rastrear en su alucinante edificio y lo transformáramos en ficción. (No. Nada del fantástico edificio art decó resultó realmente dañado durante la redacción de este libro).
A propósito de cosas fabulosas y alucinantes, un gigantesco GRACIAS a nuestra ciudad natal. Estamos encantadas de lo mucho que T apoya La Casa de la Noche. En especial a los siguientes locales e instituciones, todos ellos superguays: el hotel Ambassador y el restaurante Chalkboard, la joyería Moody’s, el Starbucks de Utica Square, Miss Jackson’s, The Dolphin, el restaurante Wild Fork, Little Black Dress, los museos Gilcrease y Philbrook y Street Cats. Y gracias también a nuestros maravillosos y entregados fans, que llevan años visitando Tulsa en viajes organizados para ver los lugares más emblemáticos que aparecen en La Casa de la Noche. ¡Sois los mejores!
Y por último, pero no por ello menos importante: ¡Gracias Josh! por los Okiesims, pero sobre todo por «tomar las riendas».